El qingtuan (qīng tuán, 青团) es un bollito de forma esférica y color verde, elaborado con masa de arroz glutinoso, artemisa/ajenjo y diversos tipos de relleno. Aunque la receta es originaria del sur del río Yangtze, en los últimos años también ha ganado gran popularidad en el norte del país. Es el plato típico y más tradicional durante la festividad de Qingming, una importante celebración tradicional china con 2.500 años de antigüedad y en la que se honra a los muertos. Se celebra el 15º día después del equinoccio de primavera (suele caer entre el 4 y el 6 de abril).
El qingtuan (qīng tuán, 青团) es un bollito de forma esférica y color verde, elaborado con masa de arroz glutinoso, artemisa/ajenjo y diversos tipos de relleno. Aunque la receta es originaria del sur del río Yangtze, en los últimos años también ha ganado gran popularidad en el norte del país. Es el plato típico y más tradicional durante la festividad de Qingming, una importante celebración tradicional china con 2.500 años de antigüedad y en la que se honra a los muertos. Se celebra el 15º día después del equinoccio de primavera (suele caer entre el 4 y el 6 de abril).
Por un lado, preparamos la masa externa de color verde basada en artemisa/ajenjo. Lavamos bien la planta fresca, remojándola en agua salada durante unos minutos y enjuagándola después.
Hervimos la planta en una olla, con el agua ya caliente. Cuando cambie de color, la retiramos y dejamos enfriar.
Una vez fría, la cortamos en trozos pequeños, la pasamos a un recipiente y añadimos agua fría, según la cantidad de masa a elaborar. Batimos hasta lograr una papilla.
De la papilla obtenida, debemos exprimir el jugo. Para ello podemos utilizar un colador chino o de tela.
Por otro lado, mezclamos el almidón de trigo con agua caliente hasta elaborar una masa caliente y de tacto pegajosa.
A la masa de almidón de trigo le agregamos la harina de arroz glutinoso y el jugo de artemisa/ajenjo (estos dos en partes similares de peso), creando la masa completa. Debemos mezclar bien estos tres componentes; primero, removiendo con palillos, y después, amasando con nuestras manos hasta conseguir una gran bola blanda. La cubrimos con papel plástico y reservamos 10 minutos. Si en este proceso la masa está demasiado seca, podemos añadir más jugo de artemisa/ajenjo.
Por otro lado, elaboramos el relleno:
Llegamos a la elaboración de los bollos. No hay un método de envoltura único y fijo, lo importante es que quede bien envuelto y cerrado, sin que se salga o filtre el relleno.
Una vez envueltos los bollos, nos queda cocerlos al vapor: 15 minutos a 100ºC. Para ello, los colocamos en la vaporera, con el lado liso hacia arriba. Para que no se peguen al fondo, los podemos colocar sobre un papel previamente untado en aceite o mantequilla.
Una vez cocidos, cepillamos la superficie de los bollos con una fina capa de aceite de oliva, para evitar que la masa se seque y se agriete.